Anticípate a los cambios con estas tendencias de gestión de activos.
La continua volatilidad de los mercados es un motivo de preocupación para muchos inversores. Sin embargo, los activos gestionados por profesionales han seguido aumentando por tercer año consecutivo, lo que sugiere que todavía hay muchas oportunidades para quienes saben dónde buscar.
Los enterados están recurriendo a estrategias de datos innovadoras, a nuevas formas de divulgación y elaboración de informes, y, cada vez más, a la transformación digital.
A continuación, te presentamos las siete tendencias principales de gestión de activos que debes tener en cuenta el año que viene. Analizamos la gestión de personal de las empresas y su enfoque en cuanto a la generación de datos y alfa, y examinamos la transformación del sector en respuesta a las exigencias de los clientes y los gobiernos en materia de sostenibilidad, elaboración de informes y responsabilidad fiduciaria.
7 tendencias en la gestión de activos
1. Una estrategia de datos sólida
Los gestores están recurriendo a tecnologías avanzadas de análisis y machine learning para poder asimilar la avalancha de datos. Esto les permite avanzar al ritmo de la competencia, comprender mejor sus carteras y tomar decisiones basadas en datos que contribuyan a mejorar el rendimiento.
Y no, esto no tiene nada que ver con los fondos cuantitativos. El objetivo es capacitar a los expertos humanos para que puedan tomar decisiones con la ayuda de la tecnología, en lugar de limitarse a confiar ciegamente en los algoritmos.
2. Presentación de informes transparentes a los inversores
A los inversores cada vez les preocupa más la seguridad de sus inversiones, por eso quieren disponer de más información acerca de a dónde va su dinero y cuánto rendimiento está generando.
La respuesta de los gestores de activos es reforzar la elaboración de informes de rendimiento y operaciones. Los servicios y herramientas de análisis de datos con lecturas intuitivas e informes automatizados están muy solicitados, pues alivian la carga de trabajo de los gestores y aportan transparencia a los inversores.
3. El ocaso de las carteras 60/40
Las carteras tradicionales 60/40 (en las que el 60 % se invierte en acciones y el 40 % en bonos) llevan tiempo perdiendo fuerza. Los inversores aspiran a una mayor diversificación y los gestores, por su parte, están respondiendo con productos que ofrecen exposición a activos alternativos, como los fondos de capital privado y los de cobertura.
4. Informes y divulgación ESG
La sostenibilidad ya no es solo una preocupación de nicho. Los inversores esperan que su dinero se invierta en empresas e industrias comprometidas con lograr un impacto positivo en el medioambiente y la sociedad.
Los informes ESG (medioambiente, sociedad y gobernanza) son ahora obligatorios para las empresas que cotizan en bolsa en muchas jurisdicciones, y los gestores de activos están siguiendo el ejemplo al ofrecer una mayor transparencia en torno a los aspectos ESG de sus carteras.
Por ejemplo, en mayo, la UE puso en marcha el Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR) con el objetivo de promover las inversiones en proyectos de carácter social o medioambiental, armonizar los informes ESG y evitar el lavado de imagen verde, también conocido como greenwashing. La segunda fase del SFDR se aplicará a partir del 1 de enero de 2023.
5. Aún más regulaciones
Aparte de los informes ESG, en los próximos meses entrarán en vigor más normativas, lo que supondrá una mayor carga para los gestores de activos a la hora de cumplir todos los requisitos administrativos necesarios para el cumplimiento normativo.
En septiembre de 2020, la Autoridad Europea de Valores y Mercados introdujo directrices sobre las pruebas de resistencia de liquidez. En virtud de estas directrices, los gestores de fondos ahora están obligados a realizar pruebas de resistencia de los activos y pasivos, y sobre cómo gestionarían un fondo durante un periodo de grave disfunción del mercado para ganar la batalla al riesgo de liquidez.
A partir de enero de 2023, todos los gestores de fondos de OICVM (organismos de inversión colectiva en valores mobiliarios) tendrán que facilitar a los inversores minoristas un documento de datos fundamentales (DDF) relativo a los productos de inversión minorista vinculados y los productos de inversión basados en seguros. El DDF debe incluir información sobre los objetivos, costes, riesgos y rendimientos del fondo.
Todo esto está ejerciendo una creciente presión sobre los gestores de activos para que adopten la tecnología y los procesos adecuados con el fin de cumplir sus obligaciones reglamentarias.
6. La transformación digital
Para hacer frente a la situación, los gestores de activos están recurriendo a la transformación digital. Esto significa automatizar los procesos manuales, utilizar la inteligencia artificial (IA) y emplear tecnologías basadas en la nube para mejorar la eficacia y el cumplimiento.
Aunque la transformación digital no es un concepto nuevo, tras la pandemia ha pasado a ocupar la primera línea en la agenda de muchos gestores de activos. Ante la necesidad de respaldar las modalidades de trabajo a distancia y satisfacer las exigencias cada vez mayores de los inversores expertos en tecnología digital, las empresas han tenido que invertir en transformación digital a un ritmo acelerado.
7. Estrategias de retención del talento
Todos los sectores experimentan dificultades a la hora de retener el talento, también el de la gestión de activos. Para los gestores de activos no es fácil competir con el atractivo de las fintech y otras organizaciones de servicios financieros, que además ofrecen estupendas condiciones laborales.
Para compensar, los gestores de activos están recurriendo a modelos de trabajo más ágiles que ofrecen más flexibilidad en cuanto a horarios y lugares de trabajo. También están buscando formas de mejorar la conciliación de la vida laboral y personal y de crear más oportunidades de desarrollo profesional.
Resumen
El sector de la gestión de activos se está preparando para afrontar una mayor volatilidad en los mercados. Aunque no podemos ignorar la amenaza que suponen las tensiones geopolíticas para los mercados mundiales, sí que podemos alegrarnos de que los fondos gestionados por profesionales sigan creciendo y de que los gestores se estén adaptando al cambio.
En los próximos doce meses, las empresas tendrán que centrar su atención en una serie de ámbitos clave para mantenerse a la cabeza. Entre ellas se incluyen estrategias eficaces basadas en datos, la presentación de informes transparentes a los inversores, el cumplimiento de una normativa cada vez más estricta y la mejora de las condiciones de trabajo para atraer y retener el talento.
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Los inversores esperan que los gestores de activos les proporcionen una visión clara de los riesgos que entrañan sus carteras y de cómo las están gestionando, así como de las oportunidades de generar alfa.
Para responder a estas exigencias, los gestores de activos deben adoptar una estrategia de datos eficaz. Para ello es necesario recopilar datos de diversas fuentes, como redes sociales, agencias de prensa y conjuntos de datos alternativos. También requiere la capacidad de analizar estos datos y sacar conclusiones que puedan utilizarse para fundamentar las decisiones sobre la inversión.
Symanto ofrece una amplia gama de soluciones personalizables diseñadas para ayudar a los gestores de activos a desarrollar y utilizar estrategias de datos eficaces. Hemos creado nuestras soluciones para ayudarte a recopilar y analizar datos procedentes de gran variedad de fuentes, y a convertirlos en información práctica y de relevancia única.
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